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LA IMAGEN

La expulsión más celebrada

Le quedaban dos minutos al reloj para llegar a los 90 cuando Angulo, del Valencia y Morán, del Racing, forcejearon en uno de los laterales del área. Cayó Morán y el árbitro, Esquinas de apellido, dudó. No vio claro si la falta se había cometido dentro o fuera de la zona de castigo. Mientras se lo pensaba, observó con preplejidad cómo uno de los componentes del banquillo del Racing entraba raudo en el césped y le decía algo a su linier. Se traba de Marcelo Giarruso, el preparador físico, cuya actuación resultó providencial para el equipo cántabro. El árbitro se fue hacia el iracundo ayudante de Benítez y le mostró la tarjeta roja que se había ganado a pulso, a lo que Giarusso respondió señalándole al auxiliar de la banda, con el fin de que le consultara. Y eso hizo el árbitro. Una breve charla, unos segundos de tensión y Esquinas que se va al punto de penalti, mientras Giarruso comenzaba a correr eufórico por la banda, con su expulsión a cuestas. Fue el Racing-Valencia, que finalizó con 1-1, un partido polémico, pues el gol que adelantaba al cuadro valencianista llegó en otro penalti, cometido por Tais sobre Ilie, que el público y los jugadores racinguistas protestaron, lo que a la postre arregló Giarruso con la expulsión más celebrada que se recuerda.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de enero de 2000