Varios grupos de encapuchados cortaron ayer con barricadas incendiarias los accesos a Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), causaron numerosos destrozos en el mobiliario urbano de la ciudad y acabaron enfrentándose a la policía en una batalla campal. Los agitadores participaban en una protesta contra la instalación junto al mar de unos depósitos para 80.000 litros de hidrocarburos y productos químicos para la empresa Finsa. Doce personas fueron detenidas y varias resultaron contusionadas tras toda una mañana de enfrentamientos. Otras protestas contra ese almacenaje, en las que participaron miles de personas, terminaron sin ningún incidente.Los grupos de encapuchados actuaron desde primeras horas de la mañana de un modo perfectamente organizado, según fuentes de la policía local, que junto a la nacional no pudo sofocar los incidentes hasta pasado el mediodía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de enero de 2000