El Gobierno central propuso al navarro en los últimos meses del año pasado la firma de un acuerdo similar al que ha alcanzado con Euskadi en materia tributaria, pero la comunidad foral rechazó tal posibilidad por entender que lesionaría su autonomía fiscal. Así lo revelaron ayer tanto el presidente navarro, Miguel Sanz, como su consejero de Economía y Hacienda, Francisco Javier Iribarren. Éste último fue más allá y añadió que Navarra seguirá adelante con los procedimientos judiciales pendientes en materia fiscal. Iribarren consideró que la "rapidez" con que el Gobierno vasco ha negociado la paz fiscal con el Estado le va a suponer a Euskadi una "merma de grado de libertad" en la aplicación de su Concierto.Presidente y consejero resaltaron que Navarra rechazó el acuerdo ofrecido por el Ejecutivo central porque la situación tributaria y jurídica de ambas comunidades no es la misma y Navarra ha actuado siempre con "lealtad".
Tres procedimientos
En estos momentos, el Estado mantiene interpuestos tres recursos de inconstitucionalidad contra normas fiscales navarras. En febrero de 1994, recurrió la ley foral 12/1993 de apoyo a la inversión, que creó la llamada reserva especial por inversiones, aplicada entre 1993 y 1995 y ya derogada. Permitía deducir a las empresas hasta el 60% del beneficio reinvertido, con un tope del 45% de la base imponible. Navarra negocia en la actualidad la retirada del procedimiento.
En marzo de 1997, el Estado recurrió varios preceptos de la ley del Impuesto de Sociedades de 1996, fundamentalmente las vacaciones fiscales, que bonificaban el 50% de la cuota durante cuatro años para nuevas empresas. Finalmente, en junio de 1999, el Gobierno del PP llevó al Constitucional los incentivos fiscales a la aplicación de la jornada de 35 horas en la empresa privada, aprobados como ley foral tras alcanzar el Ejecutivo de UPN un consenso con la patronal y los sindicatos UGT y Comisiones Obreras.
El Gobierno foral no teme que el resultado de las causas abiertas cause impactos "reseñables" en la vigente legislación tributaria foral. Sanz insistió ayer en que no se modificará la legislación tributaria. "Es una cuestión de fuero y no vamos a ceder", recalcó. Sanz matizó que las vacaciones fiscales navarras resultaban incompatibles con otras ayudas y se mostró dispuesto a constituir con Madrid una comisión "no vinculante" para coordinar las futuras políticas fiscales. Pero ello siempre que "ninguna de las partes pierda libertad" en la aplicación del Convenio Económico, subrayó Iribarren.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de enero de 2000