Estados Unidos comienza hoy, con los caucus de Iowa (una de las votaciones primarias en las elecciones presidenciales), el largo y complejo proceso de elección popular de su próximo presidente. El republicano George Bush y el demócrata Al Gore son los favoritos de los electores de Iowa dentro de sus respectivos partidos. Pero Gore y Bush no tienen tan garantizada la victoria en la siguiente -y más importante- cita con las urnas: las primarias que se celebrarán en New Hampshire el 1 de febrero.
Cuando hoy suene en Iowa el pistoletazo de salida, comenzará una carrera que sólo culminará en noviembre con la designación del sucesor de Bill Clinton. A diferencia de la anterior carrera presidencial, que enfrentó a Clinton y al republicano Bob Dole, ésta promete ser más disputada. Bush se enfrenta al desafío de su correligionario John McCain, y Gore, al de Bill Bradley. En New Hampshire, McCain aventaja a Bush en intención de voto, y Bradley casi iguala a Gore.Mientras que las primarias son unas elecciones en toda regla, los caucus están pensados para los entusiastas de la política. Esta noche, los ciudadanos de Iowa podrán acudir a 2.131 escuelas, iglesias, centros comunitarios o casas particulares para participar en asambleas populares. Tras escuchar a partidarios de todos los candidatos y expresar en público sus opiniones, los participantes en los caucus votarán sin demasiadas formalidades. Se calcula que en las asambleas participarán unos 200.000 de los 1,8 millones de electores inscritos en Iowa. El procedimiento favorece a los candidatos oficialistas, en este caso al republicano Bush y al demócrata Gore.
Las encuestas auguran que tanto el gobernador de Tejas como el vicepresidente de EEUU sacarán en Iowa una amplia ventaja al ex veterano de Vietnam McCain y al ex baloncestista Bradley. En el bando republicano es muy probable que el millonario Steve Forbes le gane la segunda posición a McCain.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de enero de 2000