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REVISTA DE PRENSA

Política y niño balsero

Cuanto más se meten los políticos en el caso del niño balsero cubano, más sombrío se torna su futuro. Washington, Miami y La Habana deberían dejarse de juegos políticos. Las leyes y la justicia norteamericanas demandan la vuelta de Elián González con sus padres y abuelos en Cuba. (...) Pocos de los principales actores son inocentes de tratar de conseguir beneficios políticos de esta tragedia: Fidel Castro, que ha paseado su gran preocupación ante las cámaras de televisión; sus familiares de Miami, que han intrigado cuanto han podido para conseguir apoyo, y ahora, algunos congresistas norteamericanos, que instrumentalizan políticamente al niño haciendo que comparezca ante un comité. ¿Qué va a decirles a los senadores un niño de seis años?Los senadores Jesse Helms e Ileana Ros-Lehtinen, junto a varios miembros de la delegación de Florida, desean que Elián se convierta en ciudadano norteamericano. Si esto sucediera, hay que estar preparados para que Castro organice cuidadosamente manifestaciones donde las madres y los escolares uniformados coreen oraciones por su regreso sano y salvo a Cuba (...)

Las autoridades de inmigración decidieron el pasado 5 de enero que el niño debía permanecer con su padre en Cuba. En un mundo razonable, esa orden se hubiera ejecutado hace mucho tiempo. Gente que quiere obtener beneficios políticos están poniendo trabas a la relación entre Washington y La Habana y dejando flotar en el aire a un niño de seis años. Ningún bien se puede seguir de esto. Envíen a Elián a su casa.

Los Ángeles, 21 de enero

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de enero de 2000