El catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid Francisco Michavila prevé que la convergencia europea en materia de educación universitaria llegará dentro de 10 años, el mismo periodo de que dispone España para poner al día su enseñanza superior.Un ensayo escrito por Michavila, junto al profesor universitario Benjamín Calvo, titulado La universidad española hacia Europa, despliega un abanico de propuestas para mejorar la Universidad española. Este trabajo recibió la semana pasada el Premio Alfonso Martín Escudero, dotado con 12 millones de pesetas.Michavila dice que para mejorar la calidad "es necesario revisar el concepto de autonomía universitaria". Su propuesta es que la Universidad mantenga toda su independencia, pero que al mismo tiempo "dé cuenta de sus resultados", y además, que estos resultados tengan consecuencias a la hora de distribuir recursos. El estudio define como objetivo primordial "buscar el equilibrio entre competitividad y cooperación".
Michavila, ex secretario general del Consejo de Universidades, cree que el cambio que más costará hacer será el que afecta al gobierno de las universidades; el cual, en su opinión, debería estar formado por tres órganos diferenciados: "Consejo de gobierno, consejo académico y claustro universitario".
El ensayo premiado, que se publicará en marzo, propone nuevos métodos de selección de alumnos y profesores. Reserva para la Universidad un cupo de selección de alumnos, acompañado de un observatorio para seguir su evolución. Otra idea innovadora es que se permita la participación de los estudiantes en la investigación universitaria desde el final del segundo ciclo.
En cuanto a los profesores, Michavila cree que deberían ser preseleccionados mediante un "concurso nacional" antes de ser contratados por las universidades. Además, propone que se reconozca "de un modo serio" la innovación en la docencia.
Ante la posibilidad de que en el futuro se consolide el distrito abierto en la enseñanza superior europea, Michavila cree que "no servirá de nada si no viene acompañado por una política generosa de préstamos y becas que multiplique por 10 las posibilidades de movilidad actuales".
Otras deficiencias de la Universidad que los autores sugieren cómo corregir son la formación en valores, la promoción del concepto de ciudadanía europea, la formación permanente o la flexibilidad en la elección de los currículos académicos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de enero de 2000