Un duelo de artistas, el español Talant Duishebáiev y el francés Jakson Richardson, preside hoy (17.00, la 2) la penúltima jornada de la liguilla del Europeo. Los dos equipos han ganado en las tres anteriores. Si triunfa, España será el primero de su grupo y estará en la semifinal, el Mundial de 2001 y el Europeo de 2002. Al ver el polideportivo de Rijeka, a donde se trasladó ayer España desde Zagreb, Iñaki Urdangarín se acordó de su debú con la selección en esa pista: "Fue en 1985. El entrenador también era Juan de Dios Román, que me sacó para tirar un penalti contra Italia mientras mis compañeros me animaban. Al salir me encontré con Véselin Vújovic, mi ídolo de entonces. Era como estar en el cielo".
España es ahora una gran potencia, como lo fue Francia cuando ganó la plata y el oro en los Mundiales de 1993 y 1995.
Lastrados por las ausencias de Kervadec, Fernández y Guillaume Gilles, los franceses afrontaron las tres primeras jornadas con la alegría de quien no se juega nada. El resultado ha sido excelente porque sigue siendo un equipo temible, de estilo muy creativo bajo la batuta del virtuoso Richardson. Éste es una pesadilla como hombre avanzado en la defensa y un artista en el ataque. Tanto Román como sus dos ayudantes, Juan Hernández y Juan Antón, no escatiman elogios al juego rápido de los franceses, con un claro patrón táctico y gran calidad individual. Román enfatiza la necesidad de corregir errores, evitar el triunfalismo y lograr una actitud tan positiva como la del estreno ante Croacia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de enero de 2000