Además de la relación entre el regreso del terrorismo y las cifras turísticas, el consejero Josu Jon Imaz consideró muy positivos los datos del sector de 1999 y explicó que los números indican que se está produciendo un efecto de "mancha de aceite" que se extiende desde Bilbao y su Guggenheim al resto de la comunidad autónoma y, especialmente, a Guipúzcoa.Imaz indicó que precisamente esta época de bonanza resulta idónea para realizar las reformas estructurales que solucionen algunas carencias y problemas que se siguen produciendo, y aseguren la competitividad del sector en el futuro.
Entre las debilidades que aquejan al turismo vasco, mencionó la baja estancia media de los visitantes (1,87 días en los establecimientos hoteleros), la alta estacionalidad y baja ocupación fuera de temporada y la ausencia de una oferta estructurada en el conjunto del país.
"No existe una oferta de productos y, sobre todo", añadió, "de paquetes turísticos atractivos para el visitante que le hagan alargar su estancia y que desestacionalicen su permanencia a lo largo de todo el año, los fines de semana, puentes, etcétera".
El departamento de Turismo prsentó también ayer la oferta que Euskadi hará desde mañana, miércoles, en la 20ª edición de la Feria Internacional de Turismo, Fitur. El País Vasco presenta un pabellón de 746 metros cuadrados bajo el lema Euskadi con mucho gusto. Fitur es la segunda feria de turismo en importancia del mundo y está previsto que sea visitada entre mañana y el próximo domingo por cerca de 60.000 profesionales.
[Navarra recibió un total de 615.927 turistas en 1999, de los que 108.821 procedían de otros países, según los datos provisionales dados a conocer ayer por el Instituto Nacional de Estadística. La estancia media fue de 1,71 días. Respecto a los visitantes nacionales, el 16,81% procedía de Madrid, un 15,62% de Cataluña y otro 11,06% del País Vasco].
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de enero de 2000