El niño nacido en Gijón el pasado noviembre y cuya madre se encontraba clínicamente muerta desde seis semanas antes del alumbramiento, ha presentado en las últimas horas un cuadro agudo de apneas y bradicardias repetidas, lo que hizo necesario de nuevo el empleo de un respirador. -
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de enero de 2000