Cádiz celebró ayer el ritual gastronómico de la Erizada y la Ostionada, que tras la Pestiñada del sábado por la noche, marcan la cuenta atrás para el inicio del Carnaval. Miles de gaditanos abarrotaron el casco antiguo de la ciudad para degustar los 2.500 kilogramos de erizos y la misma cantidad de ostiones que las Peñas El Erizo, por vigésimo año consecutivo, y El Molino, con 14 años de tradición, repartieron respectivamente en la popular calle La Palma y en la plaza San Antonio. La Peña Los Dedócratas ofreció el sábado, en la duodécima edición de la Pestiñada, 12.000 pestiños acompañados por anís y café. A cuatro días para el inicio del concurso oficial de agrupaciones, las primeras coplas de los coros, comparsas y chirigotas sonaron en los tablaos con el típico humor carnavalesco.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 31 de enero de 2000