La Fiscalía de la Audiencia de Málaga ha pedido 18 años de cárcel para cada uno de los cinco inmigrantes argelinos acusados de provocar un incendio en el Centro de Internamiento de Capuchinos de Málaga en mayo de 1998. En el juicio, que comenzó ayer y concluirá mañana miércoles, cuatro de los acusados se declararon inocentes, mientras que el quinto reconoció haber provocado el incendio por temor a ser devuelto a su país.Este acusado, Rachid Mokedden, explicó al tribunal que, días antes de ser internados en el Centro de Capuchinos, se le había comunicado a él y a los otros acusados que se les denegaba el asilo político que habían solicitado al llegar a territorio español. Mokedden y otros compañeros iniciaron una huelga de hambre que mantuvieron durante cinco días.
Al ver que la huelga no daba resultado, él y otros internos decidieron amontonar los colchones del módulo donde dormían y prenderles fuego. "Queríamos llamar la atención, porque nos habían dicho que si cometíamos un delito, cumpliríamos condena en España y no seríamos repatriados", explicó. Pero la protesta se les fue de las manos. En el incendio resultaron heridos siete inmigrantes, y a uno de ellos le han quedado secuelas importantes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de febrero de 2000