La Audiencia de Barcelona ha condenado a dos años de cárcel a un joven cabeza rapada por golpear en agosto pasado con un palo a un marroquí, que paseaba con su hijo, de cuatro años de edad, y que le había reprendido por circular peligrosamente en moto por un parque de la capital catalana. El tribunal no considera que la agresión respondiera a motivos racistas, sino a la discusión previa, a pesar de que el procesado espetó a su víctima insultos como "hijo de puta moro" o amenazas como "te voy a quemar la casa".
El fiscal solicitaba para el acusado, Adrián V. A., de 18 años, un total de siete años de prisión por un delito de lesiones y otro de desórdenes públicos con el agravante del racismo al entender que actuó con el propósito de "alterar la normal convivencia social entre los diferentes grupos raciales".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de febrero de 2000