EL PAÍS informaba el 23 de enero de que aún se encontraban cerrados al tráfico rodado los accesos a Canto Cochino, en La Pedriza, a causa de las nieves caídas hace ya nueve días. En este caso, los perjuicios que ocasiona la desidia de la Administración de turno no son demasiado graves. Los principales afectados en el ámbito económico son los bares de Canto Cochino, que supongo seguirían abiertos durante el invierno. Al margen de esto, el no poder acceder en vehículo durante algunos días a este paraje, seguramente le sirve de merecido descanso al entorno de La Pedriza.Mucho peor, sencillamente indignante, es que se encuentren en condiciones semejantes algunos pueblos de la misma cordillera Central. Concretamente, puedo referirme al caso de varias localidades del noroeste de la provincia de Guadalajara. El sábado día 22 de enero, pude comprobar que, una vez traspasados los límites de la provincia de Madrid en la sierra norte, en dirección a Guadalajara, aquello era un desastre. Pasada la localidad de La Hiruela, la carretera estaba intransitable. Tras cruzar Montejo de la Sierra, la ruta se encontraba limpia hasta El Cardoso; más allá, tramos enormes estaban cubiertos de nieve, completamente helada durante buena parte de la jornada. Los accesos a Peñalba de la Sierra, Cabida, Corralejo, Colmenar de la Sierra y otros pueblos estaban prácticamente intransitables. Y, al parecer, lo mismo ocurría en otras localidades en dirección a Tamajón. Por supuesto, donde no había nieve tampoco había realmente asfalto: tal es el estado de conservación de estas carreteras.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de febrero de 2000