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Los separatistas chechenos resisten y se abren paso hacia las montañas

A pesar de los últimos reveses sufridos por los guerrilleros chechenos, los separatistas están lejos de deponer las armas, como les exigen los rusos, y ayer demostraron una vez más su decisión de seguir combatiendo. En un ataque sorpresa, los independentistas obligaron a un comando de policía rusa a retirarse de Katir-Yurt. Los militares respondieron bloqueando la aldea, situada al noroeste de la ciudad de Urús Martán, y procedieron a lanzar un feroz bombardeo contra ella. Según Moscú, en el ataque participaron unos 1.000 rebeldes, por lo cual no se descarta que se trate de los que salieron de Grozni y que ahora tratan de abrirse paso hacia las montañas del sur de Chechenia, donde tienen preparadas bases guerrilleras.Las fuerzas federales dijeron ayer que en Grozni todavía quedan focos de resistencia, especialmente en los distritos de Lenin y Stáraya Sunzha. Los militares tienen ya prácticamente tomada la capital chechena, donde el viernes izaron la bandera rusa en la que era la residencia de Aslán Masjádov, el presidente independentista.

Una vez que se haya terminado con toda resistencia en Grozni, el grueso de las tropas rusas será enviado al sur con el fin de aplastar a los guerrilleros que se han hecho fuertes en las montañas, declaró ayer Valeri Manílov, vicejefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas. Manílov dio por derrotados a los separatistas y señaló que de lo único que se puede hablar con ellos "es de las condiciones de su rendición".

El mando checheno denunció la muerte de numerosos civiles debido a los bombardeos indiscriminados de la aviación rusa. El viernes, "sólo en la aldea de Zakán-Yurt, murieron 35 civiles", aseguran los separatistas en un comunicado difundido ayer en Internet.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de febrero de 2000