JOSEP TORRENT
El acuerdo alcanzado entre PSOE e IU ha provocado, más allá del contenido estratégico que le es inherente, toda una serie de especulaciones sobre cuál de ambas formaciones es la beneficiaria del pacto. Desde las filas del PP y sus turiferarios hay una clara coincidencia en señalar a Izquierda Unida como la gran vencedora, en tanto que las negociaciones habrían servido para promocionar a Francisco Frutos y proporcionar un balón de oxígeno a una IU en sus horas más bajas. Una hipótesis más que plausible. La cuestión, sin embargo, no es ésa. La pregunta correcta debería ser -aun aceptando el razonamiento de los populares- quién pierde más con el pacto. Y la respuesta es clara: el PP. No por nada, sino por pura aritmética derivada de la aplicación de la ley d'Hondt. La circunscripción de Alicante puede ser un paradigma. En la actualidad PP y PSOE tienen ambos cinco diputados e Izquierda Unida, uno. Parece claro que una IU débil tendría muchas posibilidades de perder su escaño en beneficio de los populares, que son el partido mayoritario; mientras que con el oxígeno insuflado por el acuerdo tienen una cierta esperanza de conservarlo. La conclusión es una obviedad: No ganan ni el PP ni el PSOE; pero sí la izquierda en su conjunto porque no pierde. La pregunta es cuántos 'alicantes' hay en toda España. Y lo mismo, corregido y aumentado, se puede decir del Senado. Antes de la propuesta de Almunia no era preciso contar los votos. Ahora, sí. Una diferencia cuantitativa y cualitativa respecto de hace dos semanas. La aritmética, pues, juega contra el PP. No tanto por lo que pueda perder como por lo que deja de ganar: Los restos de IU que engrosarían su número de diputados. Para comprobarlo bastaría con aplicar la Ley d'Hondt a los resultados de las últimas elecciones autonómicas. Veríamos quién se ha llevado la parte del león de los cinco diputados que perdió EUPV. El PP, seguro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de febrero de 2000