Un concesionario de vehículos en Amorebieta (Vizcaya) y el coche particular de un policía nacional en Irún (Guipúzcoa) totalmente destruidos por incendios intencionados y cinco jóvenes detenidos y puestos en libertad horas más tarde, acusados de prender fuego a una barricada de neumáticos en Bilbao, es el balance dejado por la denominada kale borroka (lucha callejera) de los simpatizantes de ETA en la madrugada de ayer. En la de hoy se produjeron más incidentes, esta vez en Portugalete (Vizcaya). Varios individuos quemaron tres cajeros automáticos.El presidente de los socialistas vascos, José María Benegas, pidió una condena clara a todas las fuerzas políticas, incluida Euskal Herritarrok (EH), y mayor eficacia por parte de la Ertzaintza. El secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, dijo que la "flojera" y la "actitud pusilánime y connivente del Pacto de Lizarra" hacen sentirse cómodos "a los del cóctel mólotov".
El grupo de jóvenes de Bilbao, tres de ellos menores de edad, causó incidentes en el barrio de Deusto al quemar en la calzada una barricada levantada con neumáticos, sobre las diez y media de la noche. Tras ser detenidos, prestaron declaración en comisaría y quedaron en libertad de madrugada.
En Amorebieta, cuatro encapuchados incendiaron un concesionario de Citroën a la una y veinte de la madrugada. Las pérdidas fueron cuantiosas, ya que el taller, la exposición y todos los vehículos quedaron destruidos por completo. La humareda obligó a desalojar al vecindario de un inmueble situado enfrente, que permaneció en la calle hasta casi las tres de la madrugada, mientras los bomberos extinguían el fuego. También se produjo un apagón.
En Irún, un Renault 21 propiedad de un policía nacional quedó también calcinado, tras arrojar en su interior un grupo de personas varios cócteles mólotov.
Por otra parte, la juez de la Audiencia Nacional, Teresa Palacios, ordenó el ingreso en prisión de José Ramón Arenaza Álvarez, detenido el jueves en Durango (Vizcaya) como colaborador del comando Vizcaya, desarticulado hace un año.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de febrero de 2000