Doce minutos. Ese tiempo empleó ayer José María Aznar, el presidente del PP, en convencer a la Junta Directiva Nacional de su partido de las bondades de su programa. No se explayó. Para intervenciones extensas quedaron las de la coordinadora del programa, Mercedes de la Merced; el secretario general del PP, Javier Arenas, cuya discurso casi duró una hora, y la del jefe de la campaña, Mariano Rajoy.Aznar empleó sus minutos en apropiarse del éxito mundial de la "marca España", mientras endosó a "otros", en alusión al PSOE y especialmente a su candidato, Joaquín Almunia, las críticas: "Muchas promesas, pero son los mismos, las mismas caras que llevaron a este país al paro y el desánimo".
"España está mejor que hace cuatro años". Ésa fue una de las primeras frases de Aznar. Y precisó que ese pensamiento no es suyo, sino "de la gran mayoría de la gente". Se atrevió a asegurar que nadie, ni siquiera sus adversarios políticos, iba a discutir en esta campaña esa aseveración (que "España está sensatamente mejor"), porque irían por un camino equivocado y podrían perder votos.
Aznar entiende que gracias a su gestión en esta legislatura "la marca España ha escalado posiciones dentro y fuera de Europa" permitiendo ahora ambiciones inviables en 1996: "No nos las podíamos plantear porque estaban fuera de nuestro alcance". Y agregó que gracias a sus políticas, las ya aplicadas y las futuras, ahora quiere que "la marca España circule por todo el mundo." El candidato definió su programa como "razonable, moderado, realista y ambicioso".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de febrero de 2000