El congreso del Partido Reformista se transformó en una batalla campal este fin de semana, cuando los partidarios del millonario norteamericano, Ross Perot, fundador de la agrupación conservadora, y los del gobernador de Minnesota y ex campeón de lucha libre, Jesse Ventura, se enfrentaron abiertamente en un hotel de Nashville. Ventura abandonó el partido el pasado viernes, acusando a sus miembros de extremistas y desorganizados, con la intención de crear su propia plataforma política en su Estado. Perrot ha decidido retomar las riendas del partido que creó en 1992, como una alternativa al bipartidismo de EEUU. El congreso del pasado sábado, que se celebró un día después de la dimisión de Ventura, tenía como objetivo destituir al actual presidente de la formación y aliado del gobernador, Jack Gargan, y poner en su lugar a un colaborador del millonario, Pat Choate.
La elección, que tuvo lugar en un hotel de Nashville, empezó con normalidad, pero degeneró rápidamente. La decisión de Ventura había caldeado el ambiente. Los partidarios de Perot y del gobernador de Minnesota, pasaron de los insultos a las manos hasta que llegó la policía y amenazó con suspender la reunión. Choate fue finalmente elegido entre gritos y protestas.
El viernes, el ex campeón de lucha libre acusó al candidato a la nominación presidencial por los reformistas, el ex congresista republicano, Pat Buchanan, de "anti abortista, extremista y exageradamente aislacionista". El partido de Perrot intentaba atraer a sus filas a Donald Trump. El millonario neoyorquino lleva meses coqueteando con la idea de presentarse a las presidenciales por los reformistas, pero, según los medios locales, hoy anunciará que no lo hará.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de febrero de 2000