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El Supremo ratifica la pena a una mujer por narcotizar a su esposo durante años

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha confirmado la pena de tres años y ocho meses de prisión impuesta a una mujer de Parla por administrar medicamentos a su marido, sin que él lo supiera, en la leche, café o zumos, durante al menos cuatro años, con la finalidad de que apaciguara su brusco carácter y redujera su alto consumo de alcohol, que aumentaba su agresividad.El Supremo ratifica el fallo de la Audiencia de Madrid, que absolvió a Isabel Oliva Montero del delito de parricidio en grado de tentativa, y la condenó como autora de un delito de lesiones y a pagar una indemnización de cinco millones a su marido, del que está separada. Tras abandonar la mujer el domicilio conyugal, el hombre recuperó la salud, aunque le quedó como secuela irreversible el tener la cabeza y el cuello permanentemente torcidos.

La sentencia considera probado que Antonio M. C. e Isabel se casaron en octubre de 1966 y tuvieron seis hijos. El hombre, inválido laboral tras sufrir un accidente en 1974, tiene carácter brusco, y aumentaba su agresividad por el consumo abusivo de alcohol, que provocó confrontaciones en el seno de la familia, que residía en Parla. En 1987 o 1988, la mujer decidió dispensar subrepticiamente a su esposo Haloperidol, Variargil y Colme, que él ingirió hasta 1992.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de febrero de 2000