Desde hace más de una década, las ruinas de la Alcazaba de Baza y su entorno inmediato, Bien de Interés Cultural, están siendo mutiladas y alteradas a pesar de que debieran estar protegidas por la Ley del Patrimonio. Cualquier actuación dentro del recinto o en su entorno inmediato ha de ser aprobada por la Delegación Provincial de Cultura. Pero el Ayuntamiento de Baza se ha negado a enviar los proyectos que afectan al recinto militar.En la década de los ochenta, la Alcazaba se transformó en parque. Al poco tiempo cayó parte de un torreón y de los lienzos de muralla en los que se apoyaba, y se permitieron no sólo edificios demasiado altos, sino unas cocheras adosadas a la muralla. El último atropello se ha cometido en la calle Aduana, junto a un lienzo de muralla del siglo X.
Varios ciudadanos (1995) pidieron a Cultura, antes de que se empezara a construir junto a la muralla, un estudio, una restauración y una supervisión del proyecto de la nueva construcción (tal y como marca la ley) si es que al final la Administración no compraba el solar y empezaba a recuperar las partes bajas de la muralla. Al final, el Ayuntamiento dio la licencia sin el informe preceptivo de Cultura, infringiéndose la Ley de Patrimonio una vez más. ¿Dónde ha estado la Delegación de Cultura estos últimos 15 años? ¿Dónde las inversiones que nunca se han hecho y que anunciaron el 11 de abril de 1996?
Mucho hablar del Legado Andalusí, de su protección y difusión, y aquí lo único que se ha hecho en los últimos 15 años es dejar que caigan los lienzos de muralla y permitir la alteración irreversible del entorno del recinto por no aplicar la ley. La Alcazaba de Baza y su entorno inmediato están desapareciendo a pasos agigantados por la ineptitud y dejadez de las administraciones que han de tutelarla, Cultura y el Ayuntamiento. Ni catalogación de lo que queda, ni restauraciones, ni inversiones, ni la aplicación de la Ley de Patrimonio a los que la infringen.- Juan Manuel Segura Ferrer, presidente de Baza Histórica. Baza (Granada).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de febrero de 2000