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Sancionado con cinco años fuera de los estadios un hincha del Numancia que intentó agredir al árbitro

Un aficionado del Numancia, sepulturero entonces del cementerio de Soria, que intentó golpear a un árbitro el año pasado ha sido sancionado con la prohibición de acceder a cualquier recinto deportivo durante cinco años como autor de una infracción muy grave al Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas. Esta es la mayor sanción de este tipo que se ha aprobado en España hasta el momento.El hincha, cuyo nombre corresponde a las inciales C.S.L., saltó al campo de Los Pajaritos el 4 de abril de 1999 durante el partido Numancia-Sporting con la intención de agredir al árbitro, pero no logró su propósito al ser sujetado por varios jugadores locales. Mientras era retirado del terreno de juego, el aficionado se resistió violentamente y lesionó, de carácter leve, a dos policías.

Tras el suceso, la Comisión Nacional contra la Violencia propuso sancionar a C.S.L. con una multa de 5.000.001 pesetas y la prohibición de entrar a cualquier recinto deportivo durante cinco años. La propuesta fue suspendida hasta que el juzgado, al que llegó la denuncia de la Policía, no la resolviese. La sentencia del Juzgado de Instrucción de Soria, dictada a finales de 1999, indicó que los hechos probados no son constitutivos de responsabilidad penal, porque "C.S.L. atravesaba una fase de trastorno mental transitorio ocasionado por una patología que padece".

De acuerdo a este eximente, el juez propuso al secretario de Estado para la Seguridad, Ricardo Martí Fluxá, que no impusiese al acusado la sanción económica, pero sí la prohibición de entrar en recintos deportivos durante cinco años. Dicha consideración es la que se recoge en la resolución definitiva.

Esta sanción es la más abultada que se ha aprobado en España. Hasta ahora, la mayor era la que el 23 de febrero de 1998 se impuso a José Luis Ochaíta, líder de Ultras Sur del Madrid. Ochaíta, -con un dilatado historial de actos violentos que en 1993 ya le acarreó una sanción de un año y 250.000 pesetas-, fue sancionado con la prohibición de acceder a recintos deportivos en tres años y una multa de cinco millones.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de febrero de 2000