El problema de la violencia en los campos de fútbol ingleses se ha convertido en asunto de Estado. El Gobierno británico pidió a la federación inglesa (FA) que introduzca nuevos reglamentos que permitan castigar con más dureza que nunca a aquellos jugadores y clubes que atentan contra la deportividad. La ministra de Deportes británica, Kate Hoey, sumó su voz a la de los parlamentarios que anteriormente habían denunciado los graves enfrentamientos que se han visto en los campos de fútbol ingleses en las últimas semanas. "Hemos visto algunos incidentes terribles... El comportamiento en el campo ha ido de mal en peor", dijo Hoey, refiriéndose a partidos disputados por equipos como el Manchester, el Leeds United y el Chelsea, donde los jugadores no sólo han demostrado un desdén feroz hacia los colegiados sino que han armado auténticas batalles campales. "Creo que la FA debe de examinar los castigos y los reglamentos", sugirió Hoey. "Lo que quisiera ver es un grado mucho más alto de responsabilidad por lo que está ocurriendo en el campo por parte de los clubes y la FA. Sólo así vamos a avanzar, porque si no el fútbol entero va a caer en el desprestigio", agregó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de febrero de 2000