Los países industrializados han conseguido en la cumbre de Bangkok no hacer concesiones ni aceptar condiciones en la apertura de los mercados agrícolas a los países en vías de desarrollo. En cambio han tenido que aceptar, y así consta en el texto final, que los subsidios agrícolas "pueden tener" para estos últimos repercusiones negativas. El documento final de compromiso logrado en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), que se clausura hoy, compromete a los países ricos a considerar la entrada de "esencialmente todos" los productos de exportación de los 48 estados calificados de menos avanzados en condiciones arancelarias muy ventajosas, una resolución menos ambiciosa de la que ellos esperaban.
El representante de la Unión Europea, el comisario para Desarrollo Paul Nielson, afirmó ante la asamblea que comercio y ayuda económica, junto con políticas gubernamentales encaminadas al bienestar social, son los factores determinantes para el crecimiento de los países pobres. Nielson añadió que la UE potenciará el compromiso de 1997 y ampliará el acceso a sus mercados, libres de tasas, del 99% de productos de esas zonas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de febrero de 2000