Izquierda Unida ha enviado un representante al IV congreso del Partido Socialista Serbio, la formación que lidera el presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic. Prácticamente todos las formaciones comunistas europeas han roto relaciones con los socialistas serbios después del genocidio que el régimen de Milosevic practicó en Kosovo. Sin embargo, IU ha decidido enviar a Belgrado, la capital de Yugoslavia, a Antonio Barbará, responsable de la sección internacional de Esquerra Unida i Alternativa, nombre que utilizan los anguitistas catalanes escindidos de Inicativa per Catalunya. La noticia fue pulicada ayer por Diario 16 y confirmada luego por la organización.Los responsables de la coalición trataron de reducir la importancia de esta noticia recordando que lo que se había hecho era enviar una delegación de tercer nivel y con el único interés de "recoger información" de la situación actual del conflicto entre serbios y albanokosovares. Además, los responsables de IU sostenían ayer que su representante tenía intenciones de acudir a ese congreso con un espíritu "muy crítico" porque la coalición no defiende el régimen de Milosevic, aunque entiende que romper relaciones con el partido del presidente yugoslavo sería contraproducente.
En todo caso, en la dirección de la coalición había ayer un importante malestar porque esta decisión no había surgido del conjunto de la organización, sino que más bien había sido una iniciativa protagonizada por Antonio Barbará y apoyada sólo por unos pocos.
Sin embargo, la coalición no se planteó en ningún momento la desautorización de Barbará o en general de la iniciativa. Si no se había conseguido parar antes de que saltara a los medios, reconocía ayer un dirigente, era mejor tratar de reducir su impacto y no deautorizar a Barbará, porque ello provocaría sin duda una batalla interna que IU no está en condiciones de soportar.
Relación polémica
La relación de IU con el régimen de Milosevic ha sido siempre polémica. Cuando la coalición se opuso a la intervención de la OTAN en Yugoslavia para tratar de frenar el genocidio de albanokosovares por parte del ejército Serbio, fue acusada inmediatamente de criticar sólo a la OTAN y respetar en cambio al presidente yugoslavo. Fue entonces cuando el líder de la coalición, Julio Anguita, aseguró que la OTAN perseguía a Milosevic sólo porque era comunista. Anguita también puso en duda que el genocidio del pueblo albanokosovar del que hablaban los observadores internaciones tuviese las dimensiones que se conocían a través de los medios de comunicación. En todo caso, y a excepción de aquellas soflamas, la posición oficial de IU ha sido la de condenar el régimen de Milosevic, aunque siempre ha dedicado más esfuerzos a sus críticas a la OTAN.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de febrero de 2000