Los grupos del Gobierno vasco, PNV y EA, perdieron ayer en la Cámara autonómica su primera votación desde que el lehendakari dejó "en suspenso" el pacto con EH. Los diputados radicales se fueron a una concentración por los presos etarras y la oposición sacó adelante una propuesta socialista que condena la kale borroka (lucha callejera) y pide más eficacia a la Ertzaintza. El portavoz de EH, Arnaldo Otegi, dijo que, con todo, no habrían apoyado la enmienda del PNV y EA, a los que reprochó su "falta de compromiso" con los presos.
Euskal Herritarrok dejó que se hiciera ayer bien visible la situación de minoría de los grupos del Gobierno vasco, que quedaron a merced de la oposición, unidos PSE, PP, IU y UA tras la propuesta socialista. El enrarecimiento del clima que se ha abierto, sobre todo, entre el PNV y EH deriva de lo que la coalición abertzale entiende como "neutralización" por los peneuvistas de Batera, la plataforma conjunta de apoyo a los presos nacida en el seno del pacto de Lizarra, por intereses electorales del partido de Xabier Arzalluz, que, según Otegi, "caen en la mezquindad".El texto socialista, aprobado entre aplausos, pide a las bandas que practican la lucha callejera su cese inmediato y definitivo y al Gobierno vasco que persiga con diligencia a los autores, coopere con las autoridades del Estado y arbitre medios para resarcir a las víctimas de sus daños. Una furgoneta de Correos y un cajero automático de la Caixa en Bilbao, así como la Subdelegación del Gobierno y la comisaría de Vitoria fueron, la noche del jueves, objetivos de ataques con cócteles mólotov.
El PNV y EA vieron derrotada una enmienda en la que reiteraban que ninguna formación de la Cámara ampara ni justifica le violencia; que abogan por su desaparición y que apuestan inequívocamente por vías políticas y democráticas. Fuentes nacionalistas y de la Presidencia del Gobierno vasco restaron importancia a lo ocurrido.
La votación llegó cuando los diputados de EH se habían marchado para participar en una concentración ante el Ayuntamiento de Vitoria en protesta por la muerte en accidente de tráfico de un hombre cuando volvía de visitar a un preso etarra. La negativa de PNV y EA a acudir a estas manifestaciones, convocadas ayer por los radicales ante todos los consistorios vascos, provocó las críticas tanto de Otegi, como del secretario general de LAB, Rafael Díez Usabiaga.
El primero consideró más importante el debate sobre la situación de los presos que el que seguía la Cámara, que tachó de "recurrente", y dijo que la ausencia del PNV y EA de las protestas de ayer demuestra que esos partidos y el lehendakari "han incumplido sus compromisos y no tienen voluntad de defender a los presos". Díez les pidió más "audacia y presión social frente a la política" de Interior y al lehendakari le reclamó "una actuación contundente y firme". En las Juntas de Guipúzcoa (Legislativo provincial), las tres formaciones nacionalistas unieron sus votos en una declaración que califica al fallecido en la carretera como "nueva víctima" de la dispersión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de febrero de 2000