Alicia de la Osa, de 31 años, fue encontrada ayer degollada en una habitación de un hostal de la calle de San Sebastián, cerca de la de las Huertas, en Madrid. El cadáver fue descubierto por su esposo, de 30 años, que posteriormente fue detenido y conducido a la comisaría del distrito de Arganzuela como sospechoso del homicidio. La víctima, en cuyo historial policial constan 10 antecedentes por delitos contra el patrimonio y por tráfico de drogas, vivía sola en la pensión desde que hace una semana y decidió dejar a su marido, con el que solía pelearse.
El cadáver de Alicia presentaba tres puñaladas en el cuerpo. Dos en el toráx y otra, la que le causó la muerte, que le seccionaba el cuello. Estaba vestida con una camiseta y un pijama.
Según fuentes policiales, la habitación no estaba revuelta, aunque le faltaban algunas de sus pertenencias y dinero. Otra huésped del hostal, de nacionalidad polaca, declaró que Alicia tenía el cuello "rajado" y que al ver su cadáver echó en falta un collar que la víctima solía llevar siempre puesto.
No hay testigos del crimen, ya que los empleados del establecimiento y el resto de los huéspedes declararon a la policía que no habían visto ni oído nada extraño.
Según la responsable del hostal, las peleas eran constantes entre Alicia y su marido. "Ellos discutían y muchas veces ella le amenazaba y le decía que no volviera jamás por aquí", dijo la empleada. Desde entonces, y durante los últimos días, la víctima, a la que el encargado definió como una mujer "fuerte, guapa y bien arreglada", recibía llamadas telefónicas de su marido. PÁGINA 6
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de febrero de 2000