Siempre se dijo que los ricos del Tercer Mundo pobre son más ricos que los del Primero rico. Una muestra la presenta la ciudad de São Paulo, en Brasil, capital económica del Mercosur y cuyo municipio preside Celso Pitta. Entre los ricos paulistas, la moda hoy es el helicóptero. Su flota es sólo inferior en el mundo a la de las ciudades de Tokio y Nueva York. Cada día, ricos privados usan más de 400 helicópteros para ir al trabajo, para llevar a los hijos al colegio o para ir a cenar fuera de casa. Y eso por tres motivos: porque viste mucho, porque se evitan los atascos del tráfico rodado y porque es más difícil ser asaltados por los bandidos. Aunque se dice ya que los ricos paulistas van a llevar en el pecado la penitencia, porque ahora el embotellamiento empieza a darse en los cielos. Y la gente que sólo puede ir en autobús o en coche como los simples mortales se pregunta: "Y después del helicóptero, ¿qué?". Porque ni siquiera podrán comprar un submarino, ya que en São Paulo no hay mar.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de febrero de 2000