Un grupo de okupas está instalado desde el pasado fin de semana en dos casas de la compañía eléctrica Enher. En el pasado, estos dos inmuebles habían servido para alojar a los vigilantes de la subestación de la compañía en Sabadell, pero desde hace más de 10 años nadie residía en ellos. La empresa denunció los hechos a la policía y pidió el desalojamiento esgrimiendo como argumento la peligrosidad del lugar. El peligro radica, según Enher, en el hecho de que sólo una valla separa la casa de las instalaciones de alto voltaje de la subestación. La semana pasada el mismo colectivo fue desalojado por orden judicial de otra casa protegida por el Plan Especial de Protección del Patrimonio Arquitectónico de Sabadell.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de febrero de 2000