Me levanto y enciendo la radio. Dos locutores se ríen de la ridícula situación que se vive en España desde el martes 16. Y la verdad, no es para menos. O ríes o lloras, y más vale optar por la primera opción, porque si no esto se convertiría en un valle de lágrimas. Si a alguien le contaran que un informe médico confidencial que durante un mes que permaneció en Inglaterra mantuvo ese carácter, en cuanto está en España cinco minutos es filtrado a la prensa, supongo que pensaría: "Menudo país de inútiles", o "¿qué película me estás contando"?No entiendo cómo un Gobierno que dice ser de centro colabora con un (ex) dictador. No lo entiendo yo ni media España.
El señor Matutes y su ministerio no merecen que gaste mi energía ni mi tiempo en ellos; al contrario del señor Garzón: no creo que haya mucha gente como él, gente justa que haga cumplir las leyes sin importarle qué cargo ostenta el acusado. Bravo por él, mal por Matutes.- . , A Coruña.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de febrero de 2000