El pasado día 15 de febrero se celebró en la UNED un acto conmemorativo del centenario del nacimiento de la Seguridad Social. A él asistió como participante el entonces ministro de Trabajo, Manuel Pimentel. Aprovechando la ocasión, un grupo de becarios de investigación se concentró en la puerta del edificio para hacerle saber al señor ministro que dicho colectivo nunca ha tenido Seguridad Social.Los becarios de investigación realizan una labor absolutamente fundamental en el desarrollo de los proyectos científicos y las tareas administrativas, docentes y de mantenimiento, en universidades y centros de investigación. A pesar de todo, su labor no es reconocida como un trabajo. Ello les imposibilita cotizar a la Seguridad Social, justifica una muy baja retribución económica y les hace carecer de representatividad y de una regulación clara de sus derechos y deberes que da lugar a situaciones arbitrarias e injustas. Los becarios no disfrutan de sanidad pública (muchos de ellos manipulan sustancias peligrosas) ni de subsidio de desempleo. Tampoco esos años de trabajo les contarán para una futura pensión de jubilación.
Las hermosas palabras pronunciadas por el entonces ministro durante su intervención, referentes a la protección de la Seguridad Social y el esfuerzo que el Gobierno afirma realizar para potenciar la investigación, rebotan contra la situación real de los que en buena medida la realizan y padecen una posición laboral tan precaria.- .
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de febrero de 2000