El Gobierno británico anunció ayer un aumento de 3 libras en la tasa obligatoria que debe abonar cada británico por posesión de un televisor, que se sitúa así en 104 libras (28.100 pesetas anuales), en concepto de canon vinculado a la recepción de los programas de la BBC en su hogar.El incremento, que empezará a aplicarse desde abril, servirá para financiar el esfuerzo de la empresa pública en el terreno digital. La decisión ha puesto fin a varios meses de discusiones aderezadas con la publicación de un polémico informe patrocinado por el Gobierno, en el que se proponía un suplemento de 2 libras al mes para apoyar los canales digitales de la BBC. El canon anual habría pasado así de las 101 libras actuales a 125, cifra que el Gobierno ha considerado finalmente inaceptable.
Opuesto a exigir al contribuyente aportaciones adicionales para recibir los nuevos canales, el ministerio de Educación advirtió al director general de la radiotelevisión pública, Greg Dyke, de que debe buscar dinero "desde dentro", con su propio esfuerzo y recortando gastos.
El ministro Chris Smith defendió ayer el aumento aprobado en la Cámara de los Comunes, aduciendo que la BBC es "la institución cultural más importante del Reino Unido". Aseguró que el Gobierno desea ayudar a la televisión pública, pero no piensa concederle las subvenciones solicitadas, "y que rondarían los 700 millones anuales de libras para el año 2006".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de febrero de 2000