Infinidad de dirigentes socialistas expresaron ayer su indignación y lanzaron propuestas, principalmente al PNV, para tomar la iniciativa ante el atentado.El exministro de Justicia e Interior Juan Alberto Belloch y el diputado del PSOE Enrique Múgica coincidieron en reclamar al PNV -antes de que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, anunciara la adopción de esta medida- que abandone su pacto con Euskal Herritarrok (EH) y que vuelva al Pacto de Ajuria Enea. Belloch dijo que a "los nacionalistas decentes" les toca "mover pieza" y comprender que no cabe ninguna forma de colaboración con quienes sostienen a los asesinos de Buesa y de su escolta. "Hay que pedir al PNV que vuelva al buen sentido; que deje el Pacto de Estella; que deje de ir del brazo con el grupo político de los asesinos y que recuerden las palabras del exlehendakari Ardanza después del asesinato de Miguel Ángel Blanco: 'Hay que aislar política y socialmente a los violentos, a los terroristas y a quienes les apoyan".
El responsable de Política Autonómica, Ramón Jáuregui, subrayó: "Si alguien quiere defender algo con este asesinato, es seguro que está suicidando su propia causa". Y Felipe González aseguró que hoy viajará al País Vasco, tal como tenía previsto, porque no desea que los terroristas marquen su agenda. "Nunca lo he consentido y no lo voy a consentir", señaló. Sin embargo, el acto al que iba a asistir, un homenaje al senador socialista Enrique Casas, asesinado hace 16 años por ETA, se ha suspendido.
Más duro estuvo el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, quien apostó por adoptar decisiones como la de alejar de Euskadi a los presos favorecidos por el acercamiento durante la tregua. Rodríguez Ibarra aseguró que el Ejecutivo debe plantear un "ultimátum" a ETA en el que se fijen las condiciones y el plazo para que los terroristas se puedan acoger a medidas de gracia. Según Rodríguez Ibarra, es necesario que el Ejecutivo marque un plazo de dos o tres meses a ETA para que deje las armas y que debe dejar claro a los terroristas que, si lo hacen, "la sociedad española será generosa", mientras que si siguen matando "no gozarán nunca de beneficios".
El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, manifestó que "hablar de la paz en el País Vasco es una mentira". Bono añadió: "Los hechos revelan que hay mucho cinismo en todos aquellos que amparan, explican, ayudan o justifican a ETA". "En el País Vasco no hay guerra y, por tanto, no hay que anhelar la paz, sino que hay que acabar con los criminales". Y añadió que "algunos hablan de la paz probablemente por torpeza y otros por mala intención para encubrir su complicidad".
El alcalde de Ermua (Vizcaya), Carlos Totorika, instó a Ibarretxe a convocar elecciones anticipadas, ya que considera "inaceptable" que EH esté sustentando el Gobierno en minoría del PNV sin condenar los atentados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de febrero de 2000