Apenas cuatro horas antes de que ETA asesinase a Fernando Buesa y su escolta Jorge Díez, en el mismo lugar del crimen, se había concentrado un centenar de alumnos y profesores de la Universidad del País Vasco en el campus de Vitoria contra las amenazas de los terroristas y su entorno. Repudiaban justamente las coacciones del pasado jueves a Luis Miguel Camarero, director de la Escuela de Ingeniería Técnica, junto a la que ayer explosionó el coche bomba de la banda terrorista.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de febrero de 2000