Un juzgado de Sevilla ha levantado todas las medidas cautelares contra Dolores P.J., la niñera denunciada por maltratar a un bebé de 22 meses, ya que de las investigaciones hechas hasta ahora "no se le puede atribuir de forma verosímil ningún hecho delictivo". El juzgado suspende la obligación que tenía Dolores de personarse los días 1 y 15 de cada mes, al haber sido imputada en virtud de la denuncia presentada por los padres, porque ello supone una limitación de derechos que el juez debe mantener sólo cuando sea "verosímil y fundada". El auto judicial suspende además, a petición del fiscal, el estudio médico-psiquiátrico que iba a realizarse de la niñera, ya que su objetivo era "tener un mejor conocimiento de la imputada, pero llegada la investigación a esta fase estaríamos afectando a la intimidad de una persona a la que hasta ahora y de forma verosímil no se le puede atribuir ningún hecho de carácter delictivo".
El juez asume en su auto todos los razonamientos del fiscal, quien entendió que "la admisión a trámite de una denuncia no supone atribuir la condición de imputado y permitir las limitaciones de derechos y demás cargas que la imputación, entendida como atribución de responsabilidad, supone".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de febrero de 2000