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Los dos grandes pugnan por romper el empate

La elección de un diputado más debido al incremento de la población hace presumir que Málaga vivirá una intensa campaña, más aún cuando los dos principales partidos, PSOE y PP, se han alternado la victoria en las últimas contiendas electorales.Los dos partidos tienen la provincia de Málaga como prioridad y en ambos se reconoce que el resultado será muy incierto. Málaga fue la única circunscripción andaluza donde el PP ganó las elecciones municipales y europeas del 12 de junio. Desde 1994, hay una significativa alternancia de resultados: el PSOE ha ganado desde entonces autonómicas y municipales y el PP locales y europeas.

En 1996 ambos partidos consiguieron seis escaños cada uno en el parlamento andaluz, frente a dos de IU y uno del PA. Ahora, con la elección de un escaño más, el objetivo es llegar a ocho y dejar al adversario a 6, aunque la extrapolación de las últimas europeas indican como probable un empate a siete escaños y la pérdida de uno de los diputados de IU. Los márgenes son muy pequeños: el último escaño se repartiría por menos de 2.000 votos, que se disputan PP, PSOE e IU.

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La apuesta socialista ha sido la inclusión como cabeza de cartel de la consejera de Economía y Hacienda, Magdalena Álvarez. Pero además, el presidente Chaves, se ha volcado en Málaga, donde ha concretado varios compromisos programáticos.

También hay cambios en las listas del PP, donde el ex portavoz parlamentario y presidente provincial, Manuel Atencia, que ha encabezado la candidatura en tres ocasiones, ha dejado paso a Joaquín Ramírez.

IU, que aspira a consolidar sus dos escaños, presenta como cabeza de candidatura a Antonio Romero, aspirante a la presidencia de la Junta, que sustituye a Rafael Rodríguez, también ex portavoz parlamentario y número 1 de la formación en tres ocasiones.

El PA peleará el escaño que en 1996 consiguió por escaso margen de nuevo con Ildefonso Dell´Olmo como cabeza de cartel. Los andalucistas tienen confianza, pero podrían verse perjudicados si hay una alta participación que encarezca la consecución del 5% de votos preciso para tener derecho a escaño.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de febrero de 2000