El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó ayer el envío de una fuerza de 5.500 hombres para vigilar el cumplimiento del debilitado alto el fuego en la República Democrática de Congo (ex Zaire). El conflicto interno de Congo ya se ha extendido a otros cinco países africanos y se conoce ya como la "primera guerra mundial africana", en palabras de Richard Holbrook, embajador estadounidense ante la ONU. "Ha llegado la hora de actuar", declaró ayer Holbrook. "El Consejo ha dado un paso crítico para ayudar a Congo a alcanzar la paz". La resolución fue presentada por EEUU, aprobada por unanimidad, y supone un vasto aumento de la misión de la ONU en este país. Frente a los 90 oficiales de enlace que hay en la actualidad, 500 observadores militares y 5.000 soldados serán destinados allí para su protección. El despliegue empezará cuando el secretario general, Kofi Annan, esté seguro de que cuenta con las condiciones de seguridad y la cooperación de los implicados.
El presidente de Congo, Laurent Kabila, está apoyado por Angola, Zimbabue y Namibia, y a él se enfrentan rebeldes apoyados por Ruanda y Uganda. Aunque todos firmaron el alto el fuego el año pasado en Zambia, los combates han continuado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de febrero de 2000