La Fundación Kutxa deberá readmitir o indemnizar con 18,8 millones en total a los 33 monitores que trabajaban en los centros de formación familiar y social de Guipúzcoa, que fueron despedidos por la entidad bancaria tras constatarse en una inspección de trabajo que no estaban dados de alta en la Seguridad Social.Una sentencia del Juzgado de lo Social número 1 de San Sebastián declara "improcedentes" los despidos y condena a la Kutxa a elegir entre readmitir a los trabajadores en sus anteriores puestos o indemnizarles. La Kutxa tiene de plazo hasta mañana para recurrrir ante el Tribunal Superior.
El responsable del sector financiero del sindicato LAB, Joxean Urkiola, explicó que los monitores decidieron en octubre pasado presentar una demanda por despido al suspenderse el inicio de los cursos de formación, que se imparten en seis centros de Guipúzcoa y a los que asisten unos 5.000 alumnos. Urkiola exigió a la Kutxa la readmisión de estos trabajadores "porque de lo contrario la alarma social y la presión para reiniciar los cursos se van a acrecentar". El representante sindical añadió que la Kutxa "no puede dejar a estas personas en la calle, prolongando aún más su agonía laboral y tampoco debe permitir que miles de ciudadanos se queden sin los cursos que tanto demandan".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de febrero de 2000