Por supuesto que después de medio siglo practicando la caza estoy en desacuerdo con esta comparación, pero la Administración, en su comportamiento con los cazadores documentados, nos da un trato muy próximo.Obligada declaración inicial: he recibido trato correcto en todos mis contactos con la AMA; mi rotundo rechazo es a la situación que provoca el mantener vigente una legislación tan retorcida y farragosa que te complica enormemente el camino hacia la sanción definitiva que corresponde a una falta leve. Después de un examen exhaustivo de toda la documentación exigida a un cazador en el campo, la Guardia Civil detecta la falta de mi licencia de caza. Resultado: pérdida automática del arma y oídos sordos a cualquier alegación. Al día siguiente hábil presento mi licencia, válida y vigente, pero, pobre de mí, la recuperación del arma no es posible porque se ha iniciado un proceso administrativo sancionador por la AMA. Recibo la primera comunicación oficial 55 días después y recupero la escopeta pasados 100 días. Pienso que el saldo económico para la Administración ha sido negativo, pues entre comunicaciones el coste ha sido muy superior a las 2.028 pesetas que he pagado como sanción por falta leve.- José Vargas Carmona. Sevilla.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 27 de febrero de 2000