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Tribuna:NI ANCHO NI AJENO

EL SEÑOR DE LAS CIUDADES ELECTORALES

Unas diez mil personas de todo la provincia se manifestaron, el último martes, por las calles alicantinas, en defensa de la enseñanza pública. Profesores, padres, alumnos y sindicalistas de STEPV, CC OO y UGT, exigieron al Consell más colegios e institutos: "Zaplana escucha, los jóvenes estamos en lucha" o "Tarancón y Ranchal, tal para cual", fueron algunos de los lemas que se repitieron, a lo largo de un itinerario, que concluyó en la sede de la Presidencia de la Generalitat, en Alicante. Cuando allí, los numerosos asistentes a la protesta se enteraron del asesinato de Fernando Bueso y Jorge Díaz, guardaron un minuto de silencio. Los valencianos condenaron este nuevo atentado, en concentraciomes convocadas por instituciones, plataformas cívicas y partidos, que suspendieron todos los actos programados.Los paros y los días

Y eso que la semana se abrió con la resaca de "La manta al coll i el cabasset", que entonaron 30.000 festeros al pie de las Torres de Serranos de Valencia, junto a su fallera mayor, Lola Flor; mientras en Castellón, Rafael Arias- Salgado anunciaba el ancho europeo del tren de alta velocidad, y hacía electoralismo -es que no pierden comba- aprovechando la inauguración de la estación, en aquella capital; al día siguiente, Justo Nieto sería reelegido rector de la Universidad Politécnica, por dos votos más que su contrincante Pedro Miguel Sosa; y veinticuatro horas después, la bomba de los terroristas, ponía a Mayor Oreja, que se encontraba en Benidorm, camino del País Vasco, acompañado por Federico Trillo, cabeza de lista por Alicante. El miércoles, los obreros de la construcción comenzaron la primera de las dos jornadas de paro, y que se resolvieron con una elevada participación, estimada por los sindicatos, en un 85%. Los huelguistas no reivindicaban mejoras salariales, sino el estricto y urgente cumplimiento de la Ley de Salud y Seguridad en el Trabajo y la regulación de las subcontratas. Lamentablemente, durante los dos días de movilización, se evidenció la alta siniestralidad en el sector. La muerte accidental de un trabajador en una cantera de Ontinyent encrespó los ánimos de sus compañeros. El Viernes, en Valencia, los sindicatos convocaron una manifestación bajo el lema "Prou d'accidens", que terminó en las mismas puertas del Palau de la Generalitat, donde se guardó un minuto de silencio por las víctimas del terrorismo, y del trabajador de la cantera, a consecuencia de la irresponsabilidad de la "Administración y de los empresarios", a la que se habían referido Joan Sifre y Rafael Recuenco, secretarios generales de CC OO y UGT. La incidencia de esta huelga fue mayor en las obras públicas, como la Ciudad de las Artes y las Ciencias y Terra Mítica.

Zaplana vocación teresiana

Unánime, pública y enérgicamente se ha condenado, una vez más, la violencia terrorista. De la misma forma debería condenarse la violencia doméstica que cada año se lleva por delante la vida de numerosas mujeres, así como el incumplimiento de la legislación laboral, en materia de seguridad, que tantas muertes ocasiona en la construcción. Por otro lado, recuerden que si de niña Teresa de Cepeda y Ahumada, después Santa Teresa de Jesús, ya mostró una inclinación fundacional, a Eduardo Zaplana le ocurre algo parecido. La santa fundó conventos; el president, se empecina en fundar ciudades en el aire. Últimamente, de la mano de Irene Papas y García Berlanga, nos ha sorprendido al respetable con el anuncio de la Ciudad de las Artes Escénicas, en Sagunto, y la Ciudad del Cine, atornillada a la etérea Ciudad de la Luz, en Alicante. Con tanto ímpetu urbanístico y con nuestros dineros, de paso y en serio, debería edificar ni siquiera una barriada, sino sencillamente más viviendas sociales para cuantos conciudadanos carecen de ella. Eso sí que es respeto constitucional, aunque quizá poco espectacular, para tanta megalomanía. Y disculpen una breve interrupción en el bostezo, pero, ¿ saben ya que estamos en elecciones?

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de febrero de 2000