Los primeros presupuestos de este Ayuntamiento "popular" no están basados en el realismo y el raciocinio, como debería, sino que se parecen más al milagro de los panes y los peces; muy bonito pero poco realista.No sólo se gastan el dinero de todos en hacer publicidad ilegal a doble página de unos pocos, sino que, además, se abonan a la inmoralidad de la falsedad y la ocultación de los datos.
Les aconsejo a los lectores de esta carta que si desean "flipar en colores" tomen por ejemplo los Presupuestos del ejercicio pasado (1999) y del actual (2000); como muestra, dos pildoritas.
Durante este año se piensa ingresar en el centro joven unas cantidades por el uso del material, lo que le convierte más en una cara tienda de suministros de oficina que en un centro municipal (una cinta de casete a 225 pesetas y un paquete de folios a 600 pesetas); deben pensar que con las "plusvalías" de estas tasas sufragarán parte del presupuesto.
Y otra cosa, si cuando van a coger el coche, aparcado en un lugar donde antes aparcaban porque no había otro sitio, no es que su coche haya aumentado su tamaño con esto del "España va bien" y ahora estorbe; la razón es más mercantilista.
La Policía Municipal ha recibido órdenes de aumentar el celo a la hora de sancionar; ¿saben por qué?
En el año de 1999 se esperaba ingresar por el concepto de multas 30 millones de pesetas, mientras que en el 2000 los deseos son 87,8 millones de pesetas. ¡El triple!
Ya saben, si en noviembre la Policía Municipal se ve apurada por la "falta de rendimiento", puede fijarse en los peatones que no crucen por el paso de cebra, en los que suban el tono al hablar, o en los pobres ancianos que con sus movimientos ralentizados dificulten el paso, etcétera.
¿Ahora siguen pensando que es más por menos?- .
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de marzo de 2000