Desde que el Parlamento vasco aprobó en junio de 1998, la Ley Vasca del Deporte -una suma de voluntarismos más o menos equilibrados-, no se había dado un solo paso en el posible desarrollo de los postulados del articulado político. El PNV añadió ayer una lectura de la Constitución que tiene más de argumento político -lo que Josu Erkoreka llamó "abrir puertas"- que de hermenéutica de la ley. De hecho, la proposición no de ley anunciada obvia las sentencias contrarias a las demandas catalanas y vascas. El Tribunal Constitucional residenció en el Estado las competencias deportivas ante la pretensión de crear un comité olímpico catalán y debe resolver un conflicto de inconstitucionalidad en el punto clave de la Ley Vasca del Deporte. Ayer el asunto se diluyó entre nombres y objetivos. Iñaki Anasagasti, cabeza de lista por Vizcaya, prefirió apelar al espíritu deportivo del grupo parlamentario vasco, recordando el pasado futbolístico del lehendakari Jose Antonio Aguirre (delantero que fue del Athletic) o la afición maratoniana del ex diputado Jon Zabalia. El detalle no era baladí. En el auditorio se encontraban los futbolistas del Athletic Guerrero, Urrutia, Imaz, Ferreira, Larrazabal y Joseba Etxeberria. Había más deportistas en el acto, pero la foto fue con ellos. Arzalluz no quería, pero la insitencia de fotógrafos y secretarias promovió la pose. Toda una casualidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de marzo de 2000