Tengo la impresión de que en nuestros días el término "éxito" ha cambiado por completo su significado. El éxito ha dejado de ser un premio al trabajo realizado intensamente, consecuencia del esfuerzo, para ser causa, a veces, de trabajo sucio. El éxito por el éxito, con independencia de que el camino a seguir sea bueno o malo, por encima de quien sea y pisando a quien haga falta. Me pregunto si el éxito debe ser objetivo prioritario en mi labor profesional; más aún ¿es necesario contar con la búsqueda del éxito como parte esencial de mi vida?, ¿es el éxito algo personal, satisfacción individual o algo para compartir?He caído en la tentación de buscar la definición académica del término y sus raíces. La Real Academia de la Lengua lo define como un resultado, pero añade a éste un calificativo; me refiero a la palabra "feliz". Me he quedado sorprendida porque he podido comprobar la ausencia de dicha felicidad en el éxito de la vida real.
"El éxito no da la felicidad" se ha dicho muchas veces. ¿Cómo lo definimos entonces?-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de marzo de 2000