"Uno creía que la paranoia de Arzalluz era la enfermedad más extendida entre los vascos vascos; manía persecutoria (...) y ya. Craso error; un mal mucho más grave aqueja a las familias vascas, en las que ya se cobijan sentimientos encontrados. Después de la tregua, los atentados de ETA han vuelto a dejar a cada uno en su sitio; faltaba una frase como la de Jon Buesa para que la fractura política a la que juegan Arzalluz y Mayor Oreja quedase alojada (...) bajo el mismo techo familiar. (...) Los sentimientos encontrados de Jon Buesa han pasado a referir (...) los desencuentros que Gobierno y PNV han encarnado en sendos colectivos (...). Se llega así al problema que les justifica y a la hipócrita admisión de la frase de Buesa (...). Luego pueden llegar a coincidir en que el único problema es ETA. Pero ésa es otra historia. Benito Allerán
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de marzo de 2000