Ser mujer trabajadora en la Comunidad de Madrid supone cobrar menos, en peores condiciones y en empleos menos cualificados que los hombres. También tardar más tiempo en encontrar trabajo y recibir pensiones de jubilación más bajas. Así se desprende del informe sobre la situación laboral de la mujer en la región, presentado ayer por el sindicato UGT. Las mujeres, según este estudio, cobran de media un 30% menos que sus compañeros (61.000 pesetas menos al mes), constituyen el 65% de los parados de larga duración (sin empleo durante más de dos años seguidos) y reciben, al llegar a la jubilación, una pensión un 37% más baja que la de los hombres (34.600 pesetas menos de media, consecuencia de haber cotizado menos tiempo y con salarios más bajos).
Un 18% de las mujeres en edad de trabajar (activas) está en paro, justo el doble que los hombres (a pesar de que el número de mujeres activas es mucho menor). Además, el 60% de los contratos a tiempo parcial se reservan a mujeres, mientras que, a la hora de ofrecer contratos indefinidos, los empresarios prefieren la mano de obra masculina. El 90% de la mujeres que trabajan lo hace en el sector servicios.
Discriminación creciente
La conclusión de los autores del informe es clara: "La discriminación laboral de la mujer en la Comunidad de Madrid es evidente y crece cada año", dijo ayer Maru Menéndez, del departamento de la mujer del sindicato. La peor parte se la llevan las trabajadoras del sector privado. En la Administración, el acceso al empleo es más igualitario, aunque, una vez dentro, "los puestos de promoción y designación siguen otorgándose con criterios discriminatorios", matizó Menéndez.
El protagonismo femenino en el sector de parados de larga duración es, según UGT, uno de los factores fundamentales de discriminación: "Esta alta permanencia en el paro tiene como consecuencia la pérdida de cualificación y conduce a las mujeres a situaciones de pobreza, exclusión social y dependencia económica de terceras personas", sentencia el informe.
Para poner fin a esta situación, UGT propone penalizar con una sobrecotización a la Seguridad Social a las empresas que conviertan en "empleos temporales" (teóricamente limitados en el tiempo) actividades habituales; fomentar el contrato indefinido y reducir la jornada laboral a 35 horas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de marzo de 2000