Más de 18 meses ha tardado el Comité de Ética de las Ciencias y de la Salud francesa (CCNE) en abrir una puerta a la despenalización de la eutanasia. Un informe del comité, hecho público ayer, recomienda la creación de una nueva figura legal, la "eutanasia de excepción", para casos "raros y excepcionales". Este tipo de eutanasia sería diferente de la eutanasia activa, considerada un homicidio, y de la eutanasia pasiva, castigada como si tratara de una omisión de socorro a una persona en peligro.Según uno de los redactores de la recomendación, en Francia se practican anualmente alrededor de 2.000 eutanasias clandestinas. Un estudio revela que un 36% de los médicos reconoce que recetan al menos una vez al año "cócteles letales" a sabiendas de que inducen al coma y, después, a la muerte del paciente.
La "eutanasia de excepción", que deberá decidir un juez, se convertirá en "una salida" para el "silencio e hipocresía" que rodea a esta práctica, según Jeanine Girnt, secretaria de la principal asociación por el derecho a una muerte digna francesa, la ADMD, que tiene 27.000 socios.
En el mundo, la eutanasia está legalizada en ciertos casos en Holanda, Dinamarca, Suecia, China y Colombia, siempre con el consentimiento del paciente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de marzo de 2000