Más de 100 personas del colectivo ecologista l'Alzina de Manresa, el Centro Excusionista de Barcelona y el plantel de Depana plantaron ayer unos 1.500 robles y encinas en la sierra de Castelltallat (Bages), un espacio forestal castigado por los incendios de 1994 y 1998.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 6 de marzo de 2000