Extremadura se mantiene como feudo seguro del PSOE. Prácticamente la mitad de los electores extremeños vota socialista, y es la única comunidad autónoma en la que, según el sondeo, este liderazgo no se ve empañado por cierto desgaste y pérdida de votos. Si el 48,3% de los extremeños votó al PSOE en 1996, este porcentaje subiría ahora hasta el 48,6%. El reparto de escaños se mantiene inalterado. Seis diputados para el PSOE y cinco para el PP. El porcentaje de votos que lograría el partido de José María Aznar sube, según las previsiones de Demoscopia, tres puntos en Extremadura a costa de los tres que baja Izquierda Unida; una variación que, en todo caso, no altera lo más mínimo los resultados.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 6 de marzo de 2000