Empujado por el viento favorable de las encuestas, el líder del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Xosé Manuel Beiras, vaticinó ayer en Viveiro (Lugo) que su formación logrará más de cinco diputados para formar un "grupo parlamentario sobrado". El BNG, prometió su líder, contribuirá a que "desaparezcan del mapa" los dirigentes del PP, simples "testaferros del gran capital" y responsables de la "involución reaccionaria en la manera de utilizar el poder que se ha producido en los últimos cuatro años".Beiras suele guardar su más gruesa munición verbal para los mítines de las ciudades, pero ayer en Viveiro, un feudo del PP, decidió entrar a saco para denunciar lo que él considera como una forma peculiar de fascismo. "En España no hay fascismo porque existe una Constitución democrática", afirmó, "pero la forma en que el PP ejerce el poder, desde un punto de vista socio-político, es fascista". Así se manifiesta, comentó Beiras, en su intento de acaparar los medios de comunicación, su sometimiento a la "hidra de los grandes complejos del capital" o en su política de privatizaciones que, advirtió, podrá alcanzar también a las pensiones y a la sanidad.
El líder nacionalista reivindica el insulto como arte, para lo que recurre a la tradición literaria gallega, desde las cantigas medievales de "escarnio y maldecir" hasta Valle-Inclán, que decía: "No insulto, defino". Las definiciones de Beiras no dejaron ayer títere del PP con cabeza. Aznar es "calcadito" al Chaplin de El gran dictador, un "pequeñito Franquito" y un "alfeñique incompetente". Al ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, lo definió como el "nazi más peligroso de Europa".
Beiras está convencido de que el PP "desaparecerá del mapa" tras el 12-M y nadie, según él, se alegrará más que su fundador y presidente de la Xunta, Manuel Fraga, quien siempre confió en que Aznar "no iba a llegar más lejos que el pájaro loco de Hernández Mancha".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 6 de marzo de 2000