El paisaje que rodea la ría de Bilbao, mezcla de los vestigios industriales, el ambiente portuario y las empresas que pugnan por tomar el relevo de las viejas fábricas, no carece de valores plásticos. Cada fin de semana se repite la escena: apostados en la orilla con los pinceles y la paleta de colores a punto, los pintores aficionados plasman las vistas sobre los lienzos. En la fotografía, dos artistas reflejan desde Erandio la dársena de Lamiako, con el perfil de Sestao y Santurtzi al fondo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 6 de marzo de 2000