Un vecino de Móstoles (196.500 habitantes), Rafael B. P., de 26 años, pasó ayer a disposición judicial acusado de seis delitos de agresión sexual (tres de ellas con penetración) en el barrio mostoleño de Villa Fontana. Sus características físicas (joven, de 1,70 metros, rubio y con poco pelo) permitieron su detención. La víctima ha reconocido todos los delitos que se le imputan, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía.El primer ataque ocurrió el pasado 24 de diciembre en un pasadizo que une las calles de Veracruz y de Versalles. El segundo fue el 31 del mismo mes en la avenida de Carlos V. La comisaría de Móstoles montó un dispositivo de vigilancia para intentar detener al agresor. A pesar del operativo policial, repitió sus agresiones el 15 de enero y el 7 y 27 de febrero en las calles de Veracruz, Empecinado y Hermanos Pinzón.
El detenido siempre elegía las mismas horas y días, según la versión policial. Prefería las madrugadas de los fines de semana. Utilizaba una navaja o un objeto punzante para intimidar a sus víctimas, que solían tener entre 15 y 20 años.
La última agresión que se le imputa al detenido ocurrió el pasado domingo. Alrededor de las 5.30 de la madrugada, unas jóvenes llamaron al 091 y denunciaron que una persona sospechosa les estaba siguiendo por la avenida de Carlos V. Según la descripción que hicieron las comunicantes, el perseguidor podía ser Rafael B. P. Coincidía incluso la ropa que llevaba (chaqueta roja y pantalón azul). Una segunda llamada de otra joven alertaba a la comisaría de Móstoles de que un hombre la había intentado violar. Ella forcejeó con el agresor y pudo huir. Los agentes la invitaron a subir al coche de patrulla, mientras el resto del dispositivo de vigilancia peinaba todo el barrio de Villa Fontana.
Un policía detuvo a Rafael B. P. La denunciante y una joven del primer grupo le identificaron sin ningún tipo de dudas, según el relato policial.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de marzo de 2000